sábado, octubre 23, 2004

Abril maquinal

Solo espero ver sus ojos que vencen con su profunda oscuridad los temores de mi timidez rígida para amar. Que los rayos de luz que me enceguecen, dejando únicamente vislumbrar su silueta entrecortada bajando de la escalinata, disminuyan; así puedo contener en mis retinas su magnífica, natural extraordinaria sonrisa seguida del vaivén de su delicada mano. Mientras sigo en el tren de mi vida a mi primera casa.
Recordare tener su mano en mis dedos, solo meses después de tener su mirada clavada en mis ojos, motivan a frenar este viaje y dar media vuelta para correr detrás de Ella(Pero las ruedas están girando presurosamente para llegar a destino- y el temor paraliza mis músculos). Eufórico, extasiado, ansioso luego de hacerme un poco más adicto a su mirada, un poco más vulnerable a su sonrisa y mucho más devoto a su toque de magia.(Los recuerdos del ayer se mezclan con los sueños del mañana). Me alejo de la estación donde la primavera está detenida, donde es eterno el canto del zorsal, donde las flores confunden sus colores con los del arco iris recién asomado aún eterno. Como finos trazos de un pintor surrealista los árboles encorvados sostienen el inmenso firmamento. Dios toca con su índice al hombre y le transfiere el poder de amar. (el reloj corre, cada segundo que se escapa, es una lágrima más lejos de Ella) El dolor punzante en el anverso de mi cuerpo me hace dar cuenta- lastimosamente- que aún estoy vivo siendo un simple humano. Imagino que le diría si alcanzara a compartir el aire de su cuerpo de nuevo- aferradado a una estúpida esperanza-... “me moriría por amarte, besarte, ~~~~ todo se esfuma. Pierdo cualquier anhelo de seguir así. Cierro mis ojos, esperando nada más que la perdida de toda sensibilidad, mi pecho se contrae estrepitosamente, al momento se relajan sin prisa ni pausa. Mi “yo” ya no existe.
Confundido por percibir que alguien toca mi brazo, levanto lentamente mis párpados; pero no hacía falta, podía ver su imagen envuelto en formas difusas. La máquina infernal que me había depositado allí retorno su marcha- alimentada a través de sus servidores con los restos de vidas hace millones de años. (El cielo plomizo parecía que iba a avalanzarse sobre mi cabeza, los truenos rugiendo no hacían más que exacerbar esa sensación. De golpe estalló una lluvia limpia, fecunda, purificante). Empapado con el agua de mil mares y con las sales de su cuerpo, totalmente estupidizado llegué adonde dictamino mi destino en tiempos que escapan a la memoria.
Atravesé un corredor flanqueado por murallas insoslayables que desembocada en un bosque con árbol de blancas frutas. No animé a mi alma a conseguir una de ellas porque la historia de Adán y Eva todavía anclaba en mi mente. Ingresé a un y otro receptáculo luego de traspasar un amenazante portal de punzantes hierros, hasta encontrar- rodeado del mayor de los silencios sagrados- un lecho nupcial (que en mis adentros era mortuorio). Floté sobré y ,como aves espectrales arremolinándose, delicados paños blancos se entrelazaron con mi cuerpo dejando solo sin cubrir abrigo mis ojos. En posición fetal para partir como llegué, invoque a Orfeo y totalmente entregado a la Muerte cedí todos mis deseos al de el más allá.
(una nube permitió el paso a un rayo de luminosidad de Venus que venció la oscuridad en toda la recámara) Mis ojos a través de los párpados sintieron el fulgor punzante brillo del planeta. Todo ahora en lo raro que significa estar siendo deshumanizado se transformaba en algo más incierto, más bizarro, más lejano menos lógico, menos mortal.
Capto la presencia de su voz rozándome pero no puedo escuchar qué dice. Todo es universo de colores nuevamente al chocar mis pupilas con ese sentir cerca de Ella, la llama de mi alma y el fraguado de mi destino....aún estoy vivo.
(El sol moribundo tiñe de naranja los cumulus limbus acolchonados) Herido de muerto pero no atacado por los gusanos aún presiento que lo único que podrá devolverme un poco de vida es oír su voz lejana a través del tiempo y del espacio.

Para vos y tu mirada de Abril.

PD: porque está máquina infernal que algún día nos unió hoy es lo que nos aleja más y más.

1 comentario:

Blur_Cecy dijo...

buenísimo como describís el momento en el que te flasheás con una persona, las miradas, espectacular...
mucha influencia de garcía marquez? o me pareció a mí?